CONOCER Y CALCULAR: LAS CINCO CONDICIONES
Como entiendo que también hay un sufrimiento por la ignorancia, aprovechando determinadas lecturas bíblicas, como las de este domingo, repaso y comparto con todos hasta qué altura ha llegado el vuelo de mi fe, desde las cinco condiciones del pájaro solitario que enuncia san Juan de la Cruz y que cada uno debe ensanchar por cuenta propia.
Lo primero es que SUBE A LO LÁS ALTO, más bien que quiere subir a lo más alto, y la condición es renunciar al peso del equipaje. Posponer el peso a cambio de más altura... Dejar para más tarde lo personal y lo inmediato, y recobrarlo luego desde el Señor con más ahínco.
QUE NO TIENE DETERMINADO COLOR. Los colores hermosean, pero también definen, encasillan las particularidades de cada uno mientras alejamos sin querer a los diferentes. El color del cristiano es la transparencia, que permite descubrir todos los horizontes.
QUE NO SUFRE COMPAÑÍA. Interpreto yo que no es cuestión de tener o no compañía, sino de no sufrirla. Sólo desde el misterioso saber de Dios, al que nos abandonamos con la primera lectura de hoy, el cristiano ve en cada uno lo que sólo el amor está en condiciones de descubrir... Si preferimos únicamente a los que nos aman, qué mérito tendremos?.
QUE PONE EL PICO AL AIRE. Para que no haya sofocación ni error en las palabras, antes de hablar o de tomar determinaciones o de ambicionar o de enfrentarse diariamente con las guerras entre lo que desea el cuerpo y la solidez del espíritu... poner el corazón y la boca junto a la boca y el corazón de l Espíritu de Cristo y entonces acertaremos con la conversación y las renuncias, con el trato y el ejemplo.
Y QUE CANTA SUAVEMENTE. Por fin el pájaro solitario pudo llegar a la última rama y descansar en ella con el sosiego de las batallas ganadas. El pájaro del alma ha llegado a Dios y su canto es una alabanza dichosa, al mismo tiempo que un regalo para los que pasan. Un obsequio y un reclamo para decirles a todos que se termina en la plenitud cuando se conoce la Verdad de Dios y se calculan los esfuerzos para alcanzarla.
Lo primero es que SUBE A LO LÁS ALTO, más bien que quiere subir a lo más alto, y la condición es renunciar al peso del equipaje. Posponer el peso a cambio de más altura... Dejar para más tarde lo personal y lo inmediato, y recobrarlo luego desde el Señor con más ahínco.
QUE NO TIENE DETERMINADO COLOR. Los colores hermosean, pero también definen, encasillan las particularidades de cada uno mientras alejamos sin querer a los diferentes. El color del cristiano es la transparencia, que permite descubrir todos los horizontes.
QUE NO SUFRE COMPAÑÍA. Interpreto yo que no es cuestión de tener o no compañía, sino de no sufrirla. Sólo desde el misterioso saber de Dios, al que nos abandonamos con la primera lectura de hoy, el cristiano ve en cada uno lo que sólo el amor está en condiciones de descubrir... Si preferimos únicamente a los que nos aman, qué mérito tendremos?.
QUE PONE EL PICO AL AIRE. Para que no haya sofocación ni error en las palabras, antes de hablar o de tomar determinaciones o de ambicionar o de enfrentarse diariamente con las guerras entre lo que desea el cuerpo y la solidez del espíritu... poner el corazón y la boca junto a la boca y el corazón de l Espíritu de Cristo y entonces acertaremos con la conversación y las renuncias, con el trato y el ejemplo.
Y QUE CANTA SUAVEMENTE. Por fin el pájaro solitario pudo llegar a la última rama y descansar en ella con el sosiego de las batallas ganadas. El pájaro del alma ha llegado a Dios y su canto es una alabanza dichosa, al mismo tiempo que un regalo para los que pasan. Un obsequio y un reclamo para decirles a todos que se termina en la plenitud cuando se conoce la Verdad de Dios y se calculan los esfuerzos para alcanzarla.
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