AMISTAD Y ESTRELLAS
En esa casa como
en todas las casas, había rutina y papel, jarros y palanganas con agua; había
lana espesa para sentarse a meditar con el cuenco en la mano lleno de caldos y
había lana más espesa aún para acostarse y mirar por las rendijas de la tela
cómo vive la noche su escasa madrugada.
En esta casa había amor, como en
casi todas las casas. Pero esta casa no era como todas las casas de cimientos y
paredes, de cuadros colgados y lavamaniles de plata. La casa de Abraham y Sara
era una tienda de tela fina y recia. Y Sara, por las tardes, la iba pintando
con estrellas.
-¿Por qué pintas estrellas, Sara,
en lo más alto de la tienda?. A poco que me descuido vas a por los colores
escondidos y te pasas las horas dibujando puntitos de luz, unos más abiertos,
otros con menos resplandores… como si no quisieras que a la noche tuviésemos
que encender los aceites.
Y Sara no decía nada, pero seguía
pintando mientras Abraham oraba de rodillas ensimismado sobre el pico de sus
alfombras.
Él no sabía aún que, en cada
estrella nueva, Sara quería reflejar la luz de esa amistad incondicional con
que el patriarca abrazaba a su Señor.
Sal de tu tierra… y Sara pintaba
una estrella más alta porque estaba segura que Abraham tomaría sus animales y
sus lienzos, los espumosos azules de su infancia, sus esclavas, sus arcas y sus
vinos y se la llevaría adonde Dios dispusiera.
Serás una bendición… Sara mezclaba
de nuevo el polen violeta de los lirios con escapadas de luna hasta poner en lo
más alto de la tienda la estrella inabarcable de la esperanza.
El cielo, por fin, se llenó de
estrellas, las mismas que hoy alumbran nuestra noche, porque ser amigo de Dios
a la manera de Abraham merecía el reflejo de una luz interminable, de un ojo
perpetuo en las estrellas de la noche.
Hasta que un día Sara dejó de
pintar porque Abraham, su esposo, ya había alcanzado los extremos de sentirse
amigo. Y porque a Abraham alguien le dijo silenciosamente que Jesús, en un descuido, juntaría todas esas estrellas en el Tabor para que fuesen aprendiendo sus amigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario