11 enero, 2014

DOMINGO DEL BAUTISMO DE JESÚS. Isaías 42 1-5 ; Hechos 10, 34-38. Mateo 3, 13-17

Río Jordán. El sitio donde Cristo fue bautizado.


LA COSA


Las vi en un museo, altas, anudadas, inconscientes, pero aquellas redes seguían oliendo a peces. Quién sabe en qué casas, en qué familiares almuerzos habrían brillado sobre los platos el fruto de sus faenas: las doradas, los meros, la dulce y tibia plata de las sardinas... Allí estaban las redes colgadas en el museo, fuera de sitio, extrañando mareas, dolidas de no hacer lo suyo... Ya no quise detenerme en los cuadros, sólo las miré a ellas y sujeté con las manos de dentro la figura del Maestro pescando en el mar de Galilea. 

Porque LA COSA empezó en Galilea, nos cuenta hoy el apóstol en el libro de los Hechos. La COSA de Jesús de mirar la vida y sólo hacer el bien. La COSA de ajustar los derechos a la Verdad. La COSA de dar libertad y luz a los seres cautivos y a las conciencias apagadas. La COSA del cristianismo comenzó el día en que Juan, a regañadientes, bautizó a su primo Jesús cumpliendo la voluntad de Dios. He puesto sobre Él mi Espíritu, había profetizado antes Isaías.

Desde que la COSA comenzó ha seguido la Iglesia más de dos  mil años con su navegación y sus tormentas. La brújula bien sujeta. La luz del Espíritu, como faro sobre el oleaje de las dudas y los entendimientos. La pobreza y el pecado, también, sobre algunos hombres de la barca... aunque puede que esto último sea, interesadamente, lo más llamativo. No deja de ser, sin embargo, escamas de pobreza sobre la piel de la noche, gotas de sangre sobre el azul del agua.

Hay que amar la COSA en su totalidad: los sacrificios, la entrega, el amor inmenso de una multitud de misioneros y santos (san Francisco, san Pedro de Alcántara, santa Teresa de Jesús, santa Teresa de Calcuta, san Vicente Ferrer...) y la innumerable legión de cristianos diarios y escondidos  que nos asomamos cada día al blando paisaje de los ríos para recibir de Jesús el nuevo bautismo de la esperanza, con la sola intención de hacer todo el bien que podamos a los hombres.

La COSA empezará en el coraje de la propia decisión, si nos subimos a la barca desvelada de un Capitán que no duerme.

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