26 septiembre, 2009

DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO. Número s 11,25ss: Marcos 9, 38ss



A DISTINGUIR ME PARO LAS VOCES DE LOS ECOS



...y escucho solamente entre las voces una. De nuevo acudimos a la infatigable cordura del poeta, en este domingo en el que la liturgia nos invita a descifrar los cantos de sirena, las palabras que nacen de corazones verdaderos o las otras, las muchas otras, que visten de trajes suntuosos los pensamientos vacíos.


Cuando Josué se dirige a la tienda de Moisés para acusar a Aldad y Medad de "estar protetizando", Moisés le responde sin titubeos: "Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta"... Y cuando Unamuno convoca, en tiempos de Primo de Rivera, a los jóvenes intelectuales de España como la mejor esperanza, les pide: Por Dios, liberad a España de la sandez.


Ojalá todos los cristianos, todo el pueblo del Señor, encabezados por la Iglesia, fuésemos profetas para levantar serenamente la palabra del Amor que nos lleva y reclamar para el mundo un consenso de Vida que pueda desarrollarse en el "ameno huerto deseado". Dios permita que de una vez para siempre se destierre la sandez de nuestro pueblo... Hoy, 26 de setiembre de 2009, se va a aprobar en el consejo de ministros la ley del aborto, un camuflaje de falsos derechos, un río de sangre que puede convertir en eriales las labradas vegas de los españoles, un desamor que regala fríos de muerte en los besos.
Siguiendo con don Antonio: "Por el olivar, por el olivar, se ve la lechuza volar y volar"...
Ojalá fuésemos todos profetas; no sólo los cristianos, sino cuantos creemos que un hijo no es un juguete que descalabro ni unas ojeras de sombra que le añado a la noche. Porque un hijo, además y sobre todo, es un paraíso que Dios espera para abrazarlo.







QUIEN HABLA SOLO, ESPERA HABLAR A DIOS UN DÍA





"Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y no es de los nuestros"...
En el Bautismo se nos confiere a todos la gracia de sentir que cualesquiera que pase junto a nosotros, no es un extraño, sino un hermano. Todos son "de los nuestros", aunque a veces no piensen como nosotros, ni sientan como nosotros, ni vean la vida desde los mismos "ojos deseados que tengo en las entrasñas dibujados".
"Quien habla solo espera hablar a Dios un día"... puede que necesitemos un poco más de soledad para hacer visible cuanto de cantos invisibles nos envuelven.
Todas las rosas son la misma rosa, amor, la única rosa, escribía Juan Ramón dichosamente. Como todas las criaturas somos la misma criatura enamorada que buscamos, acaso sin saberlo, el mismo pan a la misma mesa del amor dispuesto.
Pensemos de vez en cuando con el corazón procurando la vida y seremos en la misma esperanza escuchados.
Ayer descubrí a un niño de seis años, Antonio, de rodillas frente a la imagen de San Isidro que hay en nuestra comunidad. ¿De qué hablas con el santo?, le dije:
-Pido que no le falte trabajo a mi padre y que siempre tengamos alegría, me respondió... Ya que estamos, necesariamente he de terminar con el maestro:
Entonces, "sentí su voz de niño en mi oñido como una campana nueva".
Con sólo seis años, Antonio ya es de los nuestros.

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